Los resultados de la Cumbre Unión Europea – CELAC

Jordi Bacaria Colom
Profesor Emérito de la Universidad Autónoma de Barcelona
Si bien en el anterior análisis apuntaba las dificultades de obtener resultados sustantivos en la III Cumbre Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) celebrada el 17 y 18 en Bruselas, estos, aunque magros en mi opinión, han sido positivos. Podían haber sido peores, difícilmente mejores.
En esta Cumbre, se ha conseguido, una declaración común, un compromiso de la UE con una agenda de inversiones de la Global Gateway UE- ALC en América Latina, y acuerdos sobre comercio e inversiones sustentables en sus tres dimensiones, económica, social y medioambiental, y a destacar una representación de los principales líderes latinoamericanos cuya ausencia hubiese sido un fracaso para la cumbre.
Sobre la declaración común de 41 puntos, fue considerada un éxito por el casi consenso alcanzado. El punto 15 fue objeto de controversia y finalmente fue aprobada por todos los Estados menos por Nicaragua. Como se apunta al final de la declaración: “Refrendaron la presente declaración todos los países, con una única excepción por estar en desacuerdo con uno de los apartados”. El punto 15 es el relativo a la condena de la invasión de Rusia en Ucrania y no se pudo presentar así. Rusia no aparece en ningún punto de la declaración. El punto 15 dice así en su primera parte: Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento humano y está agravando debilidades ya existentes en la economía mundial, limitando el crecimiento, aumentando la inflación, perturbando las cadenas de suministro, incrementando la inseguridad energética y alimentaria e intensificando los riesgos para la estabilidad financiera.
Así pues el éxito está en la preposición “contra” en lugar de “en”. Sin embargo “en” nos indica un lugar (Ucrania) y “contra” no nos indica el sujeto que está en contra. Ni tan siquiera se pudo redactar la declaración en los términos de la Resolución A/ES-11/L.1 de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobada el 2 de marzo de 2022, en que se condena y califica de agresión la invasión de Rusia contra Ucrania, por contravenir el artículo 2, párrafo 4 de la Carta de las Naciones Unidas. En cuya resolución de Naciones unidas votaron a favor todos los países de la CELAC, menos Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua que se abstuvieron y Venezuela que no participó.
En este punto 15, la CELAC como organización no podía quebrarse, de ahí esta tibia declaración. Pero tampoco la UE podía renunciar a ella, puesto que hay países miembros de la UE que se sienten amenazados directamente en sus fronteras por Rusia. No se puede hablar de asociación birregional y socios confiables si no se consigue un acuerdo entre socios.
El punto 15 en discusión tenía su contraparte propuesta por la CELAC, en el punto 10: Reconocemos y lamentamos profundamente el inimaginable sufrimiento infligido a millones de hombres, mujeres y niños como consecuencia del comercio transatlántico de esclavos (…) La CELAC hace referencia al plan de diez puntos de la Comunidad del Caribe para una justicia reparadora. Habrá que ver como se concluye la aplicación de estos 10 puntos del CARICOM que tienen que ver con la repatriación, legado cultural, compensación en salud y educación, cancelación de la deuda y compensación monetaria.
Los restantes puntos de la declaración son muy importantes, pero dejarían de serlo si no se hubiese conseguido la declaración común. Son puntos que antes de la cumbre se podían dar por descontados. Así es con el compromiso de inversión de 45,000 millones de euros (de los cuales 10,000 de la UE y el resto de Estados miembros) en planes de financiación para la región a mediante su herramienta Global Gateway. Son planes de inversión de interés mutuo a los que la UE no puede renunciar sino quiere perder a América Latina, y que además son de gran interés para la competitividad de las empresas europeas al tratarse de inversiones en eficiencia energética, en hidrógeno verde, movilidad sustentable y ciclo del agua.
Ciertamente, los estados de la CELAC y de la UE han dado muestra de pragmatismo en no cerrar la puerta de la cooperación. CELAC si es fiel a su posición sobre todo liderada por Brasil, del “no alineamiento activo”, debe diversificar sus opciones para no quedar atrapada en el dilema de escoger entre Estados Unidos y China, sobretodo porque la UE se sitúa por delante de China en inversiones. Por parte de la UE si debe apostar por el multilateralismo inclusivo y por no depender de determinados recursos de China y Rusia (minerales, gas) y apostar seguro por energías verdes, debe tener una firme y estrecha relación estratégica con los estados de la CELAC.
Hay que destacar como éxito y fruto de la diplomacia de la presidencia Española del Consejo de la UE, de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, la presencia en la Cumbre de los líderes de los principales países de la CELAC. Por supuesto Brasil y Colombia y también Argentina y Chile. No estuvo el presidente de México y aunque estuvo muy bien representado por la canciller Alicia Bárcena, es bien sabido que en una cumbre de líderes de la CELAC no se puede faltar porque además de la misma cumbre, los encuentros bilaterales importan mucho. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel lo interpretó correctamente.
Quedan pendientes la conclusión de los acuerdos comerciales. El de Chile UE va a un buen ritmo. El de Mercosur y el de México se estima que deben concluirse antes de finales de año. Como dijimos en la anterior columna, lo que no se concluya en esta Cumbre se va a retrasar en el tiempo. En junio de 2024 hay elecciones al Parlamento Europeo y posibles cambios en la presidencia de la Comisión Europea, además de relevos en las presidencias del Consejo Europeo y del Alto Representante (finales de 2024). El 23 de julio hay elecciones generales en España, en octubre en Argentina y en julio de 2024 en México. Los acuerdos de los Estados siguen pero los gobiernos y sus políticas pueden cambiar
De momento el éxito se resume en una declaración común de difícil elaboración y consenso. Los resultados los deberemos evaluar en los próximos años y sobretodo antes de la próxima cumbre, que en el punto 41 de la resolución dice que tendrá lugar en la región de la CELAC en 2025. La asociación estratégica birregional sigue viva.