Feijóo, listo para convertirse en líder de la oposición (una vez más)

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La relación entre el PP y el PSOE es la peor en muchos años.
Es una anomalía que en una sesión de investidura el candidato a la presidencia dedique los primeros 40 minutos de su discurso a hablar de la amnistía a los políticos catalanes que participaron en el procés independentista y no a detallar sus propuestas de gobierno.
Es una anomalía que el presidente en funciones no tome la palabra en la sesión de investidura.
Es una anomalía que una sesión de investidura tuviera un entorno de una sesión de censura: tirar al presidente (que todavía no es).
Pero el que hay, es un presidente en funciones; y sobre la amnistía, todavía no le toca su turno para detallarla. Me refiero a Pedro Sánchez.
Alberto Núñez Feijóo inició su discurso de este miércoles intentado dar un golpe de efecto al haber simulado la aceptación de las exigencias de Carles Puigdemont, para de inmediato agregar: “Yo no voy a defender esto”.
Los políticos hacen teatro. Es su misión para engrasar decisiones.
Pero las actuaciones de Feijóo y Sánchez la mañana de ayer fueron lamentables y poco serias.
Feijóo sabe que, de haber acordado con Puigdemont, la ultraderecha de Vox le hubiera retirado su apoyo. Vox y Junts con mutuamente excluyentes en cualquier escenario de gobierno.
Feijóo sabe que Aznar desea su muerte súbita en el ámbito político. Su candidata es Isabel Díaz Ayuso. Las bases del partido la aclaman. Con Ayuso se normalizará el pacto con la ultraderecha.
Feijóo leyó un discurso no para convertirse en presidente sino para asegurarse el puesto de líder de la oposición en la próxima legislatura.
Feijóo leyó un discurso cuyo objetivo era quemar los puentes debilitados que tenía con Cataluña y el País Vasco.
Este viernes Feijóo logrará convertirse, no en presidente, objetivo de la sesión de la investidura, pero sí en consolidar su liderazgo como líder de la oposición.
Así lo tiempos en España.