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Cómo los alemanes vemos el mundo

Wolfgang Dold

Embajador de la República Federal de Alemania en México


El panorama internacional está cambiando dramáticamente. Muchas certitudes han sido trastornadas. Nos estamos enfrentando a retos fundamentales y nuestras respuestas de hoy determinarán decisivamente el mundo de mañana: proteger la creación de las consecuencias del cambio climático; proteger el derecho internacional orientado a la coexistencia pacífica en un mundo multipolar; defender los derechos humanos fundamentales; luchar contra el hambre; gestionar humanamente la migración global; dar forma a la digitalización, especialmente la inteligencia artificial en nuestras sociedades libres.

Ciertamente, estos retos no llegaron a nosotros de la noche a la mañana. Los objetivos del Acuerdo de Paris se fijaron desde 2015, y el Club de Roma lanzó sus advertencias muy temprano. Ha habido muchos conflictos sangrientos que pisotearon los principios básicos del derecho internacional y resultaron en violaciones masivas de los derechos humanos. Y no es apenas estos días en los que más y más personas huyen de la opresión o la falta de perspectivas. Pero los síntomas concretos son hoy más claros que nunca; es esta urgencia por resolver el problema la que marca nuestras acciones hoy más que hace años.

Profundizar en este panorama iría más allá del alcance de esta contribución. Limitémonos, entonces, a dos ámbitos políticos que actualmente nos preocupan especialmente. La política climática y la política de seguridad y defensa.

La lucha contra el cambio climático y sus consecuencias no se puede ganar con un tibio “aquí no pasa nada” –más bien requiere considerables esfuerzos globales y conjuntos–. Alemania ha colocado esta lucha en el centro de su política: a nivel nacional, donde aún tenemos muchas tareas que resolver, y a nivel internacional, donde intentamos forjar alianzas globales para que el mundo pueda trabajar unido –y así de forma eficaz– en frenar el calentamiento global. Una iniciativa de este tipo es, por ejemplo, el Club del Clima, con el que queremos consultar soluciones, especialmente con los Estados con elevadas emisiones industriales. Y estamos presionando mucho para garantizar que la necesaria transición sea justa.

Uno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, Rusia, está negando la validez del derecho internacional, particularmente el respeto a la igualdad soberana de los Estados. Esto convierte la invasión rusa de Ucrania en un asunto de alcance global, que va mucho más allá del impacto regional inmediato de sus ataques militares. Esto explica también la gran unidad con la que la Asamblea General de la ONU condenó la invasión. El ataque ruso desencadenó en Alemania la revisión autocrítica y, en parte, la corrección significativa de principios arraigados de nuestra política exterior y de seguridad. Pero también de nuestra política energética y económica: en pocos meses, Alemania tuvo que cambiar radicalmente su abastecimiento energético. Y lo logramos: desde enero de 2023, ya no importamos carbón, petróleo ni gas de Rusia. También nos fijamos más que antes en otros ámbitos para que no surjan más dependencias, sino que tengamos cadenas de suministro y de producción más diversificadas, que mantengan su estabilidad en caso de crisis.

En todo lo que nos mueve, el fundamento de nuestra política se mantiene: Alemania siempre busca el consenso con sus socios europeos y globales. Nunca actuamos en solitario. Tanto en la política climática como en la de seguridad, es un principio rector de nuestra visión política del mundo: sólo si unimos fuerzas con otros de ideas afines podremos encontrar salidas a las múltiples crisis.

A partir de lo anterior, para nosotros, los alemanes, es más cierto que nunca: México es un socio importante y muy valorado para nosotros. Nuestras empresas aprecian al país como un centro económico altamente dinámico con un potencial enorme –incluso en las energías renovables–. Compartimos la visión de un mundo multipolar justo, una responsabilidad compartida de la política y la economía por la justicia social. Debemos mantener esta alianza preparada para el futuro. La visita de Estado del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier hace casi nueve meses evidenció la cercanía entre nuestros países. Por muy dramático que sea el panorama internacional, la alianza entre sociedades libres nos permite mirar al futuro con esperanza.