Pedro Sánchez quedó disecado

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Editor y columnista en El Economista. Maestro en Dirección Internacional.


Alberto Núñez Feijóo le ganó el debate a los asesores del presidente y candidato Pedro Sánchez.

El riesgo del marketing político es similar al de una cirugía estética: si se aplica mal puede terminar con la vida del político.

La noche del lunes Pedro Sánchez llegó al estudio de Atresmedia con ganas de remontar el marcador en horario prime time.

El tracking anterior al debate mostraba un incremento de dos escaños para el PSOE, hasta los 115, y una pérdida equivalente en el PP, que se quedaba en 125, según el ejercicio demoscópico realizado por el instituto 40dB para El País y la Cadena Ser.

Luego del descalabro del PSOE en las elecciones municipales de mayo, Pedro Sánchez había realizado un tour de medios donde no acostumbraba presentarse durante su gobierno. Poco a poco iba escalando en popularidad gracias a las alianzas del PP con Vox.

Sin embargo, la noche del lunes fue víctima de un mal asesoramiento.
En el periodismo existen varias formas de entrevistar. Una de ellas es interrumpir al entrevistado; no dejar que acabe de responder. La idea de ponerlo nervioso; fisurar orden de pensamiento.

Es lo que intentó hacer Pedro Sánchez durante el debate con Feijóo: no lo dejaba hablar. Lo interrumpía y, conceptualmente, el mensaje era igualar al PP con Vox: “son lo mismo”, llegó a decir el presidente.

“El debate celebrado anoche (lunes) ante las cámaras de Atresmedia fue un crudo escaparate de la degradación del clima político en España”, escribió Enric Juliana en La Vanguardia (11 de julio). Tiene razón. La tensión entre los dos partidos es similar a la del demócrata con el republicano en Estados Unidos.

Pero lo ocurrido a Sánchez es ejemplo de la pérdida de la naturalidad del político frente a técnicas de marketing realizadas en muchas ocasiones por gente chiflada.

Interrúmpelo, no le dejes concluir. Fusiona al PP con Vox y tíraselo a la cara cada minuto.

Esta sería la fórmula del estratega de Pedro Sánchez.

Pero no fue así.

Feijóo, pese a las mentiras que mencionó, fue claro en sus respuestas; atacó a Sánchez desde el primer tema del debate, la economía.

La veracidad de lo dicho en todo debate se realiza en el post debate. Frente a las cámaras solo hay que actuar.

Los asesores del presidente lo presentaron en el debate disecado. Muerto desde el ángulo histriónico.