México como actor clave en la próxima cumbre UE – CELAC

Mónica Laborda Sánchez
Doctora en Relaciones Internacionales e Integración Europea. Profesora UIA CDMX.
En medio de un escenario global complejo y con el anuncio del adelanto de elecciones generales españolas, que plantea un futuro incierto pudiendo complicar la gestión de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea que España ejercerá por quinta vez en el segundo semestre de 2023, se celebrará en Bruselas el 17 y 18 de julio próximo la Cumbre Unión Europea-Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (UE-CELAC).
Una cumbre muy esperada para nuestro país ya que en ocho años México es el único socio estratégico de los diez que tiene la Unión Europea que no ha celebrado una cumbre bilateral. Hay varios temas pendientes e importantes que se deben impulsar en la agenda bilateral México-Union Europea. Sin duda un tema prioritario es la firma del Acuerdo Global renegociado entre México y la UE.
México ha sostenido una relación estrecha con la Unión Europea a partir del Acuerdo Global, en vigencia desde el año 2000; en 2016 se anunció su modernización con el fin de impulsar un acuerdo de última generación que responda a los cambios internacionales e incorpore elementos cruciales para el desarrollo sostenible, como cláusulas sociales y medioambientales.
En un contexto global muy distinto al de hace 23 años cuando entró en vigor el Acuerdo Global México-Unión Europea este nuevo instrumento impulsará una mejor inserción internacional en materia económica de cada parte y a las transformaciones que deben emprender en temas como el desarrollo sostenible, la digitalización y la cohesión social.
A través de los tres pilares del Acuerdo Global, en términos de diálogo político, comercio y cooperación, el nuevo Acuerdo Global buscará reafirmar la autonomía estratégica y coadyuvar al fortalecimiento del multilateralismo. El fortalecimiento paulatino de las relaciones bilaterales entre la UE y México bajo las directrices del Acuerdo Global llevó al establecimiento de lazos políticos más cercanos. Fue así como se estableció una Asociación Estratégica.
México desempeña un papel importante a nivel regional y global, es un puente entre América del Norte y América del Sur y, en cierta medida, entre los países industrializados y los emergentes. Debido a su ubicación geográfica única, nuestro país y la Unión Europea colaboran para hacer frente a desafíos comunes como la seguridad, la migración y la promoción de los derechos humanos.
La UE y México tienen lazos históricos y culturales. Ambos comparten valores fundamentales como la democracia y el respeto al Estado de Derecho. Debido a estos fuertes lazos nuestro país puede trabajar en la promoción de acuerdos comerciales y de cooperación más sólidos entre ambas regiones.
México tiene un importante papel que jugar en el camino hacia la Cumbre con América Latina y el Caribe, así ya lo afirmó la Unión Europea. Cabe destacar que no hay otro país en Latinoamérica que tenga un esquema institucional con la UE tan sólido como el de México.
Desde un punto de vista económico, la Unión Europea es un socio muy afín, que presenta un sin fin de oportunidades de crecimiento e inversión. Por su parte México es uno de los países emergentes más abiertos a la inversión extranjera directa, lo que debe potenciarse con la Unión Europea.
Entre otros retos que presenta la próxima Cumbre UE-CELAC se destaca la triple transformación: verde, digital e inclusiva con la enorme encomienda de encontrar caminos comunes entre ambas regiones. No cabe duda de que el valor estratégico de América Latina y el Caribe ha aumentado para la Unión Europea desde la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022.
La cumbre entre la UE y la CELAC es un espacio importante para el diálogo y la colaboración entre ambas regiones. Durante estas cumbres, los líderes de los países de la UE y la CELAC discuten temas de interés mutuo y buscan fortalecer la relación bilateral. En este marco, América Latina y el Caribe deben buscar cabida en la ambiciosa iniciativa europea “Global Gateway” un modelo de la forma en que Europa puede construir conexiones más resilientes con el resto del mundo.
Esta estrategia europea se estructura en torno a cinco ejes prioritarios, 1) el sector digital: acceso a las infraestructuras digitales, marco normativo de protección, desarrollo de las competencias; 2) el clima y la energía: redes energéticas, energías renovables y gestión de los minerales fundamentales, sistemas agroalimentarios sostenibles, agua/saneamiento, gestión de residuos, preservación de los ecosistemas; 3) el transporte: redes ferroviarias, portuarias, de aeropuertos y de carreteras, centros logísticos y plataformas multimodales, acuerdos y convergencias normativas; 4) la salud: seguridad de las cadenas de suministro farmacéuticas y desarrollo de las capacidades de producción locales; 5) la educación y la investigación: acceso a una educación de calidad, incluyendo a la formación profesional, promoción de los intercambios y creación de redes académicas y de investigación.
Otro de los grandes desafíos que comparten ambas regiones y en especial nuestro país es la migración, teniendo que trabajar conjuntamente aprovechando ambas experiencias para poder dar una respuesta digna a las personas que se ven orilladas a buscar mejores condiciones de vida.
La próxima Cumbre UE-CELAC ofrece la oportunidad de averiguar hasta qué punto persiste el interés por una asociación estratégica y cuáles son las bases de dicha asociación. Se debe dejar patente la importancia de crear institucionalidad en estos encuentros biregionales con el fin de que no tengan que pasar ocho años otra vez para volver a reunirse y que la invitación sea inclusiva sin dejar fuera a ningún actor regional.
México debe fortalecer su posición como foro de negocios estratégico y relevante. Esto favorece la inversión extranjera, diversifica y da certeza a la presencia de nuestro país en mercados globales clave.