Los cárteles mexicanos están en Colombia

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Editor y columnista en El Economista. Maestro en Dirección Internacional.


Entrevista a Vicky Dávila, precandidata a la presidencia de Colombia

¿Por qué quiere ser presidenta de Colombia?

Porque vamos a perder a Colombia. Estamos en riesgo de perder la democracia.

¿Cómo va su movimiento perfilado hacia la presidencia de Colombia?

Vamos bien, Estamos conquistando corazones, sin decir mentiras, sin lata del narcotráfico. Lo estamos haciendo de manera limpia. El triunfo está ahí, el secreto es unirnos para ser más fuertes.

¿Por qué le llama a su movimiento Valientes?

En Colombia se necesita más valentía que nunca. Los colombianos son valientes por naturaleza. Somos valientes por naturaleza. Hemos tenido que superar a Pablo Escobar, a todos los cárteles de la droga: al cartel de Cali, el terrorismo, los desastres naturales, las FARC, el ELN, los paramilitares, los corruptos: son tantas cosas. Tú llegas a Colombia y hay un país en pie, que quiere seguir en pie y que quiere cambiar el rumbo. Somos mayoría.

¿Cuáles son los rasgos del gobierno de Gustavo Petro?

Este gobierno tiene un capital político a punta de subsidios, a punta de mentiras, a punta de odio, de una ideología equivocada. Pero la mayoría (de la población), más del 60%, quiere una transformación; un cambio de rumbo en el país, y lo vamos a lograr con ellos de la mano juntos, tenemos que ser más valientes que nunca. Porque esta gente que los gobierna utiliza todas las formas de lucha, es capaz de todo, es capaz de lo que sea.

¿Y en la economía? ¿Qué rasgos distingue a Petro?

Llegó a destruir la economía de mercado, la libertad de mercado con unos impuestos altísimos, sin garantías, con ese discurso de que está trabajando para los pobres, pero al pobre no le cambia su futuro ni le da oportunidades. Esclaviza al pobre, tirándole limosnas y subsidios para poder perpetuarse en el poder o para que uno de los suyos se pueda quedar con el poder.

Petro quedó manchado por el narcotráfico desde que inició su gobierno?

Yo le denuncié en (la revista) Semana como directora y junto al equipo.  Hoy, el hijo del presidente (Nicolás Petro) está en juicio, pero han utilizado todas las triquiñuelas, y el juicio no ha comenzado. También publicamos la confesión (judicial) del hijo del presidente donde decía toda la verdad, implicaba a su papá, a los funcionarios más cercanos, a la primera dama.

¿Usted confía en el órgano electoral de su país?

Sí, mientras no meta las narices Petro. Necesitamos a la comunidad internacional. En Venezuela lo hizo. Maduro se robó las elecciones.

Maduro se quedó con el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Sí, pero recuerde que a Petro le falta aún un año de gobierno. Ha ido penetrando a la Corte Constitucional, muy preocupante. El CNE logró hacer una jugada en donde ya empezaron a tomar unas decisiones a favor de él; salió un magistrado (del CNE) y entró una persona de él, y obviamente el CNE pierde potencia.

Petro no confía en el sistema electoral.

Él se eligió con ese sistema electoral, no solo presidente sino habiendo pertenecido a un grupo terrorista. ¿Qué más garantías quiere? Fue alcalde. Fue congresista, fue consejal, y ahora el sistema no le sirve. Petro no tiene principios, no tiene valores. Él tiene un plan; no da puntada sin dedal. No está solo, ahí está Cuba, Venezuela, Nicaragua, China, Irán. ¿Por qué cree que Petro nunca fue capaz de condenar los ataques terroristas de Hamás donde más de 1,200 murieron en Israel? Él está de lado de Hamás, porque él nació en un grupo terrorista.Hoy es un imperativo cuidar las elecciones, que sean libres y democráticas. Aprovecho para decirles a los países en el mundo que nos ayuden a que no perdamos nuestra democracia. Que nos ayuden a vigilar esas elecciones libres y democráticas, no queremos perder a nuestro país.

De ganar las elecciones presidenciales del próximo mayo, ¿cómo sería su relación con México?

Será una relación respetuosa con México. Uno escoge siempre a sus mejores amigos, pero no quiere decir que los demás sean enemigos. Hay que tener una buena relación, hay muchas cosas que compartimos en la historia.

El narcotráfico, por ejemplo.

Los cárteles mexicanos están en Colombia. Y Colombia se convirtió en este gobierno (de Petro), en la despensa, en los proveedores de la cocaína y de la coca para los cárteles mexicanos.

¿Cómo será su relación con el régimen de Maduro?

Maduro no es un presidente, es un dictador que se robó las elecciones y tiene oprimido en su pueblo. Nunca me van a ver estrechando la mano al dictador, al narco, y en cambio sí me van a ver procurando por todo lo que se pueda hacer para que a Venezuela regrese la democracia.


Fotografía: Fernando Villa