De la Fuente, frente al espejo de Cantinflas

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Editor y columnista en El Economista. Maestro en Dirección Internacional.


Juan Ramón de la Fuente llegó el viernes al Instituto Mora para dictar un discurso como si representara a un país modélico para la ONU.

Un país que desprecia el derecho internacional no pude dar clases a la ONU.

El canciller mexicano no condena la violación de derechos humanos en Cuba. Tampoco condena el genocidio en la Franja de Gaza bajo el yugo de Benjamin Netanyahu. De la Fuente no dice nada en contra de la dictadura de Nicolás Maduro ni señala la violencia descarada en contra de mexicanos durante redadas de ICE en Estados Unidos.

¿En dónde se encontraba De la Fuente cuando Díaz-Canel oprimió a jóvenes que se manifestaron a favor de la libertad? ¿Y dónde cuando Michelle Bachelet reveló un estudio independiente de la ONU sobre posibles delitos de lesa humanidad cometidos por Maduro?

¿Qué margen de acción ética tiene el secretario de Relaciones Exteriores en un gobierno cuya diplomacia es dogmática y no de Estado?

El secretario comentó: “Lo que hoy tiene México es un modelo que se ha denominado, con buenas razones, una economía moral, una economía que está viendo más allá de los números, y que está tratando de poner en el centro, como debió haber sido siempre, a las personas con sus necesidades, dignidad y con el respeto que todas y todos, sin exclusión, nos merecemos”, precisó.

¿En qué consiste el “nuevo modelo económico” que, según De la Fuente, propaga la presidenta Sheinbaum si la realidad dice lo contrario: crecimiento magro del PIB y creciendo la deuda? ¿Derrochar recursos en el pago de la deuda que representa la destrucción del aeropuerto de Texcoco y la construcción del primer aeropuerto internacional fantasma como es el Felipe Ángeles?

México no debe dictar línea a la ONU cuando no puede garantizar seguridad a los ciudadanos que viven en territorio mexicano. Ya son 25 años cediendo parte del mismo al narcotráfico. En efecto, PRI, PAN y Morena han fracasado rotundamente en el tema. Y De la Fuente estaba ahí, lo mismo con el PRI que con Morena.

Las palabras de De la Fuente en el Instituto Mora me hicieron viajar al discurso dictado por Cantinflas en Naciones Unidas. En la película Su Excelencia, Cantinflas dicta una cátedra de política exterior ante representantes de todo el mundo.

“Un sistema que habla de dignidad y acto seguido atropella lo más sagrado de la dignidad humana que es la libertad de conciencia”.

“Todos creemos que nuestra manera de ser, nuestra manera de vivir, nuestra manera de pensar y hasta nuestro modito de andar, son los mejores, y a chaleco tratamos de imponérselo a los demás y si no los aceptan decimos que son unos tales por cuales, y repito, andamos a la greña (…) ese es el error de los colorados, el querer imponer por la fuerza sus ideas y su sistema político y económico”.

En fin, la política exterior mexicana continúa en caída libre.